Hacer rizoma o morir [Roy + 1]

Al fin habían llegado, la Capital. Zenra y su hermanastra cumplirían con el encargo; ella hackeó la estación de policía de Ciudad Nicky para que Guda pudiese entregarle los archivos expropiados a los subversivos de C. Norte. Claro que Zenra en el viaje hizo de guardaespaldas de su hermana a quien no se le da mucho las peleas o el conflicto físico.

Una vez en la avenida adecuada se separaron, Guda comenzaría su parte dando con los aliados a Hoja Verde mientras la hacker quedaría con un recreo bien merecido luego de tanto trabajar en la misión. La joven Wolff se dispuso a recorrer la zona hasta que dio con un bar ambientado a lo taberna atravesado entre callejas de la perisferia.
"Un poco de sociabilidad no viene nada mal cuando se es de afuera" pensó tanteando tener la navaja de su hermanastra a mano en el morral, el afilado Tanto se lo quedó ésta cuando se separaron.

Parecía un lugar poco propicio para alguien de su apariencia pero al quedar maravillada por lo que ofrecía el local, no se pudo negar. Adentro la taberna tenía una sala donde algunos apostaban en un juego de lucha donde forcejeos contra un oponente tenían el propósito de provocar la sumisión ¡Plak plak plak! La mano del que hacía de referi contó hasta tres contra el piso y Feng ya le había ganado a Hegesias. El gentío saltó elevando las manos, la pelea estaba terminada, los ganadores festejaban el dinero ganado en su apuesta y los demás ardían de rabia.

Zenra caminó entre los presentes intentando acercarse más al centro donde podría ver sin problemas el cuadrilátero; era la de menor estatura en esa habitación y el 98% de los presentes eran hombres apasionados por la lucha...
—Oye tú, tráenos más cerveza— le dijo un hombre-sapo a la rubia como si ella fuera una mesera.
—No trabajo aquí— respondió Zenra provocando carcajadas burlonas entre los compañeros del batracio.
—¿Y qué hace una nena de mamita por aquí? Vuélvete a la escuela— añadió el sapo haciendo reír nuevamente a sus acompañantes. Y claro, en términos legales esas apuestas encubiertas con la máscara de la taberna no eran bien vistas por las autoridades, ella en su nada desapercibida aparición entre los presentes, con su apariencia podía significar un problema para ese negocio ¿cómo saberlo? los riesgos no se fían; y menos con las sustancias que paseaban de mano en mano bajo ese techo.
—No, espera Ruebert, no seamos malos anfitriones e invitémosla a un trago— reparó el humano pelirrojo guiñándole su ojo al verdoso.
—Oye, sí, buena idea— se puso de pie Ruebert comprendiendo el plan con una sonrisa forzada.

Acababan de pasar los ejercicio en conjunto con el cuartel del norte y habían decidido ir a buscar donde divertirse, Roy pasa del área de entrenamiento a los vestidores y por un ligero percance con su equipaje se tarda un poco, no piensan salir uniformados y menos a un bar. Se esta metiendo una camiseta negra sin ninguna imagen o letrero mientras abajo una unos simples jean azules, no es lo que acostumbra, pero al no hacer frio lo siente agradable y mas suelto y sus trajes y ropa formal, cambia sus cosas a los bolsillo de la prensa actual y sale de los vestidores para encontrar en la banca un papel con una dirección – muy graciosos – se le nota molesto pues habían bromeado sobre la ultima vez que hicieron los ejercicios en la capital central y ese mismo grupo de militares que ahora lo ha dejado se había perdido, las mofas que hizo no les fueron del agrado a sus colegas y al parecer ahora se las están desquitando,  arruga el papel molesto pero así lo guarda en su bolsillo.

Saliendo pide un vehiculó mientras al que considera insolente por su propuesta de acompañarlo recalca “se puede perder General Mustang”, claro que solo basto una mala mirada para que el pobre soldado se apartara, pero no tarda en darse cuenta que tenía razón, parado en la nada en un día donde las calles son un poco solas, se estaciona a una orilla para pasar su mano por la cabeza tirando de su cabello hacia atrás que muy obediente se queda en aquella postura, no quiere tardarse mas así que decide preguntar ¿y que mejor lugar que otro bar?, al menos eso piensa sin ver muy bien la fachada del lugar, pasa de la puerta no ve mucho movimiento en la barra y eso le es bueno ya que el barman esta disponible para su interrogatorio. Sonriente se acerca al hombre mostrándole un papel súper arrugado en el que apenas se puede distinguir una dirección de un bar que esta al otro lado de la ciudad, un gran recorrido para el aun hiendo en transporte propio, empieza a gruñir en vos baja mientras su informante le ve curioso ya que de repente comienza a hablar en un idioma desconocido.

Suspira para calmarse y hasta entonces nota el escandalo que tiene el grupo que rodea un cuadrilátero – ¿peleas ilegales? – pregunta al hombre que rápidamente se pone azul negando con ambas manos – para nada señor, es mera diversión – lo ve con duda y se acerca en el momento en que hay una disputa que se ha puesto acalorada, sobretodo el hecho de que al parecer van a obligar a quien a su vista es una menor de edad – ¿qué sucede aquí? – cuestiona viendo los gestos de los que fastidian a la chica rubia, al verla mas de cerca nota que no es tan chica ni tampoco inofensiva, pero su deber es ver que en aquel lugar no hayan percatarse y menos en contra de una señorita, al menos eso piensa hasta que ve el movimiento de dinero, sonríe de forma natural preguntando al sapo – ¿como va el sistema de apuestas y de peleas? – si bien sabe que eso es ilegal y debe pararlo, primero tiene que recopilar información, aunque el gesto que el barman hace a su espalda les indica que lo liquiden.

La banda quedó con la propuesta estancada cuando un sujeto de jeans se acercó, no se incomodaron porque al parecer no tenía relación alguna con la menor. Cuando sus preguntas se enfocaron en el contexto terminaron de relajarse, persistía una leve incomodidad por su repentino acercamiento así que sin mucha palabrería se limitaron a scannearlo con la mirada ¿Apariencia de qué tenía y quién podía ser? Dejaron que Ruebert fuera el que se encargara de la plática, era el mejor para dialogar.

Al pelirrojo le quedó pendiente la charla con Zenra que había sido interrumpida casi al instante. Las respuestas del batracio fueron cortantes pero en tono afable...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—Mira amigo, el exceso de preguntas genera desconfianza entre desconocidos— dijo Ruebert —pero si lo que te interesa son las apuestas puedes preguntarle al sujeto de allá, de camiseta amarilla, es el que mejor pasta saca de todo ésto— agregó desviando su mirada de nuevo a la rubia quien se colocaba cerca del recién llegado. —¿Ustedes son amigos, eh?— le intrigó saber.
—No, es mi tío— mintió Zenra luego de ver que el pelirrojo tenía una obscena forma de mirarla.
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—¡Ah ya veo!— se asombró el verdoso exaltándose ni bien ella emite su afirmación. —Y tienes cierto aire de peleadora ¿verdad mocosa? No quiero mal interpretar tu forma de vestir pero, sería interesante verte en acción - en combate— se le ocurrió rascando su barbilla. Claro que no la convencería. La manera en la que se presentó ante ella la dejó más que molesta; nada mejor que su primer mentira para ejecutar una táctica verbal que le permitiera sacárselos de arriba sin provocar un embrollo:
—Yo no peleo en estos términos, vine hasta aquí buscando a mi tío— reiteró señalando con su pulgar al desconocido que, al menos tenía mejor aspecto que la banda, hasta su mirada carecía de la malicia que flameaba en los acompañantes del cara-de-sapo.

Algo que nunca dejaba de hacer era meterse en problemas, al tratar de materializar su mentira sin pensarlo demasiado lo que estaba haciendo era ponerse en riesgo, el desconocido si bien tenía aspecto menos mafioso que los seis del frente, no dejaba de ser un extraño, podía inclusive ser más peligroso. Pero el interior de Zenra siempre fluía en esos causes, los destellos de adrenalina por saltar de un riesgo a otro era visto como una maldición por su agrupación, pero como un don por ella misma, comenzó en esa actitud desde la muerte de sus padres, esa pérdida la llevó a mirar los riesgos como zonas donde había menos que perder que ganar. Algo que su hermana desaprobaba y su tutor en Hojas Verdes también.

Al parecer pasa desapercibido,  la falta de uniforme le sienta bien para este tipo de situaciones, ve de reojo a la chica fastidiado por la actitud del pelirrojo, no descuida los movimientos de los otros hasta que el sapo menciona al que maneja lo de las peleas, pasa su mirada del de camisa amarilla a la chica que se para a su lado afirmando que es su tío – “siempre soy el tío de alguien” – afirma en su pensamiento pues no es la primera vez que es llamado “tío”, la abraza con un brazo acomodándola su lado – así es, mi sobrina es muy hábil en la pelea, yo le enseñe – sonríe divertido pues parece que sacara un buen momento de aquella situación; el en cargado de las peleas para las orejas y en un desliz esta frente a la pareja – ¿la chica es una peleadora? – interroga  al adulto que lo ve raro – si, y muy buena – el hombre se frota las manos sonriendo – ¿tanto como para que apuestes por tu pariente? – se rasca la cabeza un poco fastidiado – claro que si, si no le diría que me meta a pelear y acabo con sus peleadores en un abrir y cerrar de ojos – presume confiado sin ver ahora a la joven, solo quiere ser lo mas natural posible.

El tipo se frota el mentón viendo con malicia a la rubia y niega – prefiero a la chica, atrae mas la atención que un hombre, aunque no te ves tan fuerte como para que apuesten a tu favor e igual servirías, prefiero a la chica - Roy arruga la nariz molesto pero asiente a pesar de que ella ha dicho que no ha llegado a pelear – pero igual ha dicho que no vino en esos términos y dudo quiera pelear para satisfacer sus malas intenciones – le pica la nariz entre regaños, el hombre se la cubre viéndole mal y luego a la chica mientras de frota las manos – nena, quieres demostrar tus habilidades y hacerme… digo, hacer a tu tío rico – se va por otra vía recurriendo al chantaje sentimental al que esta seguro Roy ella no atenderá, pues no solo no son familiares si no unos completos desconocidos, pero gracia a su supuesta parentela no necesita mencionarlo.

No no no… mejor jugamos otro día, quede con otros amigos de verme en otro bar en una hora y se me hace tarde – aparta al tipo con una mano arrastrándolo como a un objeto rígido - yo creo que en serio no tienes dinero para apostar ni confías en tu “sobrinita” – hace comillas con sus dedos viendo a la chica, a lo que Roy responde sacando del bolsillo un manojo de billetes enrollados - ando suficiente para derrochar y aun invitar a mis amigos y sobrina a un buen rato entre comida y bebida – se lo vuelve a guardar y se cruza de brazos mientras lo ven sospechoso, pues si andaban buscándose no saben porque anda tanto dinero – ¿en serio son parientes? – afila la mirada observando a ambos.

Para sorpresa de la caucásica el hombre aceptó seguirle el juego de parentesco y las cosas se comenzaron a poner más interesantes. Pero esa fachada habilitaba a hablar cosas que Zenra no quería, el de las apuestas quedó muy interesado en verla en acción debido a las afirmaciones del ahora tío de la forajida. El de amarillo deseaba que ella fuese la que peleara debido a que al ser mujer, sería un espectáculo poco común ahí dentro, lo que significaba mucho mucho dinero fluyendo a su favor.

Las cosas se complicaron cuando el de las apuestas se puso muy preguntón, pero todo cambió cuando el que esperaba en el improvisado cuadrilátero decidió acercarse a ver qué tanta demora...
—¿Qué pasa Chifle? ¿Por qué tanta charla que la gente me quiere ver patearle el culo a alguien?— dijo el que tenía aspecto equino —Ah, me quieres hacer pelear con este niñero?— añadió al ver al supuesto tío de Zenra.
—Verás Knight Merr, en realidad quiero que esta jovencita sea tu oponente...— le aclaró.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—Vaya que eres enfermo Chifle, me gusta tu estilo— dijo el cara de caballo ajustándose su taparrabos de peleador. —Bueno ya, no hay que aburrir, vamos a pelear— decidió el equino empujando a Zenra hacia el cuadrilátero. Merr no sabía lo mucho que ella no deseaba pelear y todo se dio tan rápido que para cuando Zenra quiso irse de la pelea sonó la campana y ya estaba envuelta en un duelo.

Merr se lanzó de lleno y evadiendo la descuidada guardia de la rubia le aplicó una llave que la puso enseguida contra el suelo golpeando su espalda...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ¡Poom! el impacto fue seguido por el conteo del referi lo que le hubiese venido bien a Zenra de no haberse enojado por el impacto. Su mano libre se volvió puñetazo y golpeando el hocico de Merr lo hizo para atrás ¡Todos clamaron emocionados y el dinero comenzó a fluir más rápido! El equino se lanzó en feroz embestida y Zenra decidió aprovechar a incrustarle el pie en el estómago lo cual no funcionó debido a la treta del adversario. Merr giró sobre sus pezuñas haciendo caer a la joven en su trampa de velocidades cambiadas; en su giro de rotación realizó una veloz traslación hasta por atrás de ella dejándole un codazo en la boca del estómago para luego sujetarla por atrás. El primer ataque en su giro fue tan potente que dejó los ojos de la confundida en lágrimas, no pudiendo hallarse en su propia respiración fue tomada por atrás...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]... y levantada con facilidad por Merr, ella tenía poco peso y fue fácil deducir sus debilidades; si la dejaba ser ágil no tendría tantas chances, pero siendo él más pesado y musculoso podía aprisionara y enredarla en llaves implacables de las que padecer.
¡Pwarm!
Pasó de ser sujetada horizontal contra los humanoides pectorales del equino a estrellarse contra el suelo bajo toda la masa del contrincante '¡Uno...!' dijo éste para hacer reaccionar al arbitro. Pero entonces todos comenzaron a caerse de la risa, el caballo estaba desnudo, Zenra en su situación de atrapada había logrado sujetarse del taparrabos del rival quitándoselo por accidente.

La vergüenza hizo retirarse para atrás al oponente de la joven, tomó la toalla del referi y cubriéndose salió corriendo de la pelea, muy apenado, bañado de las risas burlonas de los presentes. Zenra se puso de pie con una sonrisa de ganadora, pero las cosas no resultaron de victoria:
—¡Pelea anulada!— gritó luego de soplar el pito metálico —Eso no está permitido.

Las cosas se pusieron más que densas, la tensión comenzaba a crecer emergiendo entre estallidos de cólera entre los que habían apostado, todo el dinero que venía fluyendo perdía su encause bajo anulación del encuentro. Una botella golpeó al árbitro, dos sillas volaron contra un grupo de personas enardecidas, la entera sala se salió de control luego de un par de patadas entre espectadores. La salida estaba del lado opuesto al cuadrilátero ¿Cómo sobreviviría una muchacha tan petisa y delgada como ella en ese mar de agresores cegados por la ira? Cuerpos voluminosos impactando unos contra otros en furia infernal.
—¡Cuidado atrás tuyo tío!— advirtió ella al ver que el desconocido había quedado en medio de tres buscapleitos cuando el el fuego se avivó.

Dirige su mirada al peleador en el ring y niega, al parecer no los dejaran ir sin causar problemas, mira que el tipo baja y mete a la chica, solo se cruza de brazos porque la verdad no le molesta verle pelear, a lo mejor si es una buena contrincante y no se quiere perder una buena pelea, en todo caso si va perdiendo piensa ayudarla aunque sea a escondidas, pero la ve resistir y aun no la han mal herido, suspira sin darse cuenta de que hacen las apuestas hasta que el de camisa amarilla le pica las costillas – dijiste que apostarías a favor de tu sobrina – se queja haciendo que Roy le ve un poco molesto, saca unos billetes y está a punto de contarlos cuando escuchan rizas, ambos miran arriba pero Roy se da un manotazo en el rostro por el ridículo que está haciendo el tipo equino, como no quedan en nada se guarda el dinero mientras el tipo casi que le aruña el brazo, escucha la conclusión del referí y sonríe porque no perdió nada, aun con eso seguro le quitaba el dinero ese estafador. Después de las rizas vienen las quejas y este solo se va apartando y suspira fastidiado porque de cierto modo es típico que eso termine así, y solo puede ver como se cae todo a pedazos, seguro no tardará en llegar la policía.

El llamado de la chica le saca de sus pensamientos y con un solo giro de su brazo hace dar vueltas en el aire a uno de ellos – ¿quieren mi dinero? – saca el manojo de billetes imaginado que tratan de conseguir algo del familiar de la chica que los ha hecho perder, el hombre que hizo dar vueltas en el aire se para y tan pronto están junto se lanzan contra el solo para después del sonido mudo de un chasquido de dedos terminaran en el suelo después de una explosión, los cuerpos quemados pero aún vivos caen al piso llamando un poco la atención de los que están peleando – aun crees que no soy un buen espectáculo – mira con malicia al tipo de la camisa amarilla que al parecer trata de huir, el barman se queda oculto en lugar de llamar a la policía, pero es seguro los de los locales vecinos ya lo han hecho pues le retumban en los oído el sonido de sirenas aun sin agudizar su oído – sobrina, vámonos de aquí, este lugar no es lugar para una señorita – la mirada de los presentes parece un poco confusa, a la par de ellos el militar es un enano escuálido y más la chica que a pesar de su físico le aguanto al mejor peleador.

Me rehusó a pensar que una nena y su flacucho tío sean mejores que nosotros – grita un tipo enorme con aspecto de oso, Roy abre los ojos un poco sorprendido porque esperaba que esa demostración los calmara, no que los incitara a pelear, sin notar cuando y como se encuentra evadiendo golpes y saltando entre los hombres hasta que sobresale entre ellos, con un par de saltos sobre sus cabezas llega al cuadrilátero colocándose a la par de la chica – creo que debemos salir de aquí sobrinita, no quiero tener que pelear – le apasiona mucho pelear, pero no en esas circunstancias ya que no quiere verse involucrado en ese tipo de casos, además se ve en la necesidad de proteger a la chica que aunque no sea frágil, es una menor que por lo que ha visto no es parte de ese mundo ilícito; los presentes los ven desde abajo y parece que quieren pelea, pero no se fija en los demás, si no que entre los pies de estos se está escapando el tipo de la camisa amarilla y ese es su verdadero objetivo, retenerlo hasta que llegue la policía.

En busca del principal beneficiado el dúo improvisado tuvo que evadir el ajetreo; saltos y codazos, evasiones y cuidado, de a varios en varios los encolerizados fueron quedando atrás hasta que al pasar la puerta no muy lejos estaba corriendo el blanco de Roy.
—Zenra, un gusto— se presentó ella con su potencial aliado cuando quedaron codo a codo de cara a olas de testosterona intercambiando violencia en bruto. Pero él tenía razón con lo de quedarse a pelear, mientras menos tuviesen que involucrarse en todo eso mejor, así llegaron hasta la puerta no dejándose persuadir por las provocaciones.

A la rubia poco le importaba el de camisa amarilla, para ella ése tan sólo era un hombre haciendo dinero, le molestaban más los banqueros prestando dinero de otros y viviendo de la deuda ajena. Aún así, Roy era un elemento necesario para esa situación, las cosas se habían puesto turbulentas y necesitaba cerca alguna chance de coartada o escudo; no lo conocía nada-nada pero algo en su mirada le caía bien, se dejó llevar.

Al ver que era alcanzado, el perseguido se colocó atrás de...
—¡¿Tú de nuevo?!— se sorprende la joven Wolff al ver que Knight Merr se había plantado con sed de venganza en el camino.
—Tú sucia tramposa me has dejado mal frente a todos mis colegas, si quieres atrapar a este hombre tendrás que pasar sobre mi— respondió enfurecido el equino vistiendo ahora shorts negros.
—Así es Merr, acaba con ellos— incitó el protegido.
—No tengo nada contra el otro ha no ser que quiera interferir, no importa, me los comería en dos panes a ambos dos— aseveró el musculoso equino. —Y tú no te vas— le dijo al de camisa amarilla pateando su rodilla —Si están aquí por ti no quiero que se vayan tras de ti porque huyes a lo cobarde, te quedas como mi garantía— se justificó para luego volver a plantar sus ojos maníacos sobre el dúo —Ahora sí, con esa pierna estropeada no irá a ningún lado, si lo quieren ¡Peleen conmigo!
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—¡Espera Merr! No te diviertas sin mi, la deshonra que te hizo pasar esa mocosa no debe ser asunto de su niñero ¡Que sea 2-contra-2!
—Así me gusta Grom— contestó el equino al fortachón que apareció justo a tiempo para ayudarlo.

Ve a la chica lanzarse al publico e irse abriendo pasa como en maleza haciendo igual – Roy, un gusto sobrina – sonríe divertido por la idea ya que no tiene parientes, continúan su trayecto hasta que el caballo loco les aparece al frente cortándoles la llegada a la puerta, pero el hecho de que retengan al que puede ser un buen informante le agrada, las amenazas le empiezan a aburrir aunque la retención es buena, así que se ve frente al compañero del equino que pare ser humano es enorme – a veces siento que me quede enano – se queja con una gota de sudor en su cabeza – si no queda otra opción – se cuadra en el instante que ambos tipos hacen amague por comenzar la pelea, no tardan en verse agredidos por aquel par que sin importar su tamaño tienen buena velocidad, ante el primer puñetazo toma el brazo del grandulón sin hacerle mucha fuerza ni agarre lo hace volar por los aire cayendo de espalda, el tipo parpadea al ver el techo y más enfurecido se para alentado por las ovaciones de sus amigos, Roy toma una pose de descanso esperando el nuevo ataque que no tarda en llegar, patadas y puñetazos van en contra de su pequeño cuerpo, en especial del dorso para arriba, no es hasta que el tipo tira una patada a los pies que esquiva saltando por sobre la rodilla del tipo, pronto es el brazo del enemigo el que se extiende para golpearlo e igual sube a este, el oponente ve hacia arriba con furia y Roy simplemente le sonríe divertido, antes de que pueda hacer otro movimiento da un paso largo con tal fuerza que hace bajar el brazo del tipo, esa misma potencia le da el impulso y fuerza para dar un giro en el aire tomando con sus pies la cabeza de este y hacerlo girar como un trompo, se deja caer y barre su pie para hacer caer al grandulón al que atrapa en el aire alzándolo con un solo brazo sobre su cabeza.

Zenra, ¿ves que tu tío si es fuerte? – le sonríe y en la misma lanza al tipo mareado sobre el cuadrilátero, su peso y potente caída hace que destroce aquel piso y quede un momento, por su parte coge una silla y se sienta a la par del de la camisa amarilla reteniéndolo por el pelo – anda sobrinita, quiero verte pelear antes de que mi oponente se levante – siempre ha estado orgulloso de su potencial, sabe que no es tan grande pero eso es algo que esta buscando a que cambie y según sus planes no tardara, la humanidad un día vera lo que es el verdadero poder que esta mas allá de la compresión de esa raza, y eso es algo que el piensa saborear cuando sea el momento indicado, por ahora solo puede aguantar esa sed de poder golpeando a miserables críos que se creen la gran cosa por tener cuerpos enormes, mentira que acaba de descartar y cuando la pequeña haga su trabajo terminara de demostrar cual es la verdadera fortaleza de un peleador – por cierto patito, ¿quienes son tus jefes y a quien perteneces este negocio? – se dedica a hacerle preguntas en  el momento que las sirenas comienzan a sonar, los presentes a diferencia del tipo caballo comienzan a tratar de buscar las salidas pero con un chasquido de sus dedos hace aparecer llamas frente a las puertas, algunos gruñen impotentes ya que aunque las llamas no se esparcen son tan calientes que no se pueden acercar a menos de dos metros de su centró, eso los retendrá o así lo espera, pero los imprudentes comienzan a gritar de que tomaran rehenes y el principal objetivo es la pequeña rubia.

Roy le demostró a Zenra tener mucho potencial para la pelea, de hecho parecía sobrenatural lo que podía ofrecer en combate. Pocas veces Zenra ha dado de frente con gente así. Por su lado fue el equino el que se mandó a toda potencia en su contra, pero la joven denotó que se trataba de la misma jugada de la primera vez, ahora no caería. Pisando una tabla que había volado cerca minutos atrás, levantó uno de los extremos de la misma al unísono, como brotando del suelo la misma hizo crujir la entrepierna del oponente. Una extensión del cuerpo de la rubia poco esperada para el de violáceos crines.

Sin gastar una sola gota de sudor el blancuzco ya estaba vencido retorciéndose en el suelo de dolor, vociferando lo tramposa y mala peleadora que era la muchacha. Más de un segundo al otro las sirenas se podían oír con nitidez y quedarse ahí era peligroso, Zenra detestaba quedar registrada de una u otra forma en temas policiales por lo que cuando halló cerca del techo una pequeña ventana, por la que  los machirulos no podrían pasar debido a la estatura que tenían, y la complexión de la subversiva era ideal para traspasarla sin esfuerzo.
Pak'pak'pak pisó una pared y otra como si subiera por escaleras, impulsándose dentro del mismo salto, llegó a dicha ventana y al salir vio como los que fueron tras ella quedaron atascados. Los pateó en la cara. Al verla desobstruída asomó el rostro y fijó sus ojos en Roy...
–Si no te molesta evitaré hablar con las autoridades de ésto, pero estaré unos minutos afuera por si deseas un 'gracias' por tu colaboración a mi suerte– le dijo sonriendo divertida debido a que varios ahí se quedarían gruñendo impotentes por no llegar hasta su posición.
—¡Maldición mocosa, vuelve aquí!— exclamó aún arrugado en el piso el fortachón Merr, tratando de pararse sin temblar.
—¡Miren, ese es su tío!— señaló el sapo desde un rincón, delatando a Roy. A Zenra le cambió la cara, si la mayoría ahí de los que quedaba en pie atendían ese avistamiento ella tendría que bajar a ayudarlo, se sentía en deuda con él.

Cruza las piernas viendo entretenido la forma de vencer al equino que no puede evitar reír escandalosamente, sin querer jalonea mas al tipo pero lo suelta por el impulso que lo descompone de su postura anterior, la ve con lagrimas en los ojos antes de que todos notaran la presencia de la policía, los tipos que tratan de salir se ven retenidos por las llamas frente a las puertas y no es hasta que Zenra esta a salvo que desaparecen ya que la policía esta llamando al orden, mira a la chica aun sentado y le alza el pulgar hasta que escucha que quieren desquitarse con su persona – vete sobrina, la policía ya esta aquí – tras lo dicho un fuerte golpe abre la puerta y los policías entrar armando mas escandalo que los mismo grandulones que están ahí. Un pequeño grupo decide tomarlo de rehén sacando una espada que ponen en su cuello, un disparo de avisó suena y el grito de estos de que tienen un rehén, los policías retroceden un poco pensando que los tipos esos o tienen una salida o los están engañando, pero el aspecto de Roy no es igual para su desgracia considerándolo una víctima.

No me gusta ser doncella en peligro – menciona con un gesto de fastidio, en un rápido movimiento toma la espada por el mando apartándola pero dejando un ligero corte que deja escapar un hilo de sangre, el movimiento es seguido de una demostración de fuerza al alzarlo por los brazos y pasar de su espalda a estar frente a sus pies, los demás lo ven algo sorprendidos y antes de que reaccionen ya esta corriendo sobre el grandulón que a su paso se para en la entrepierna haciéndolo chillar, esta cerca de llegar con los policías cuando le toman del pie, se da vuelta pero en ese mismo instante le cae un tipo con fuerza que le saca un poco mas que aire, toce algo de sangre, ve que el que tiene encima ha quedado recostado boca abajo sobre el y aparenta el aspecto de un tigre que esta a punto de devorarlo, mete su mano entre sus rostros y una fuerte onda de ki lo saca de encima.

Malditos mastodontes – se queja poniéndose en pie y tan pronto recobra su postura alza su vos con un potente grito al momento de expulsar su ki y a las personas a su alrededor, un pequeño grupo queda tirado viéndolo raro y este se da la vuelta para comenzar a caminar fastidiado aunque de forma graciosa con las piernas abiertas – estos creen que uno es colchón para tirarse así sobre estos huesos – pasa del grupo y de la policía saliendo como si nada, tan pronto esta afuera el atraco continua. Ya afuera una policía lo detiene y le muestra su licencia de militar, la chica se cuadra pero igual le pide que de su declaración, es tomado del brazo y guiado a una ambulancia donde comienzan a curarle la cortada y revisar la contusión de hace un momento, el policía esta encima tomando su declaración que da en detalles incluyendo a Zenra como una victima inocente, pero que la perdió de vista tan pronto llego la policía, no da su nombre aunque menciono la treta de ambos para mantenerse a salvo, sin mas le dejan ir y este camina sin percances a la parte trasera a ver si la encuentra, es posible que la policía ya haya pasado por ahí y ella haya tenido que huir.

¿Quién iba a decirlo? perdió la navaja de su hermanastra, pero mientras Guda no perdiera el afilado tanto de Zenra no habría problemas. Alguno de los que quedaron jodidos por la policía en el bar se debe haber quedado con un buen filo de bronce, eso le molestaba un poco pensarlo. Desde una terraza podía ver el movimiento de cuerpos en entrada y salida, alejarse de la policía no significó para ella huir en esa ocasión, valía la pena ver si su nuevo tío iba a demorar o no. En lo que esperaba se comunicó con su hermanastra quien ya había terminado la transacción y se ponía en marcha hacia la dirección de la rubia.
—Investiga el rostro que te acabo de pasar— le dijo enviando una foto que le tomó en secreto a Roy cuando él no le miraba.
Guda Seks quien tenía la pc de Zenra no tardó en hallar el rostro en los niveles más oscuros de la red, se trataba de un militar, Roy Mustang; pero como la joven no era hacker como su pariente no-sanguíneo, la subversiva tendría que esperar a buscar ella misma para más detalles. Aún así esa información breve y corta ya era demasiado contundente para ella digerirla, no esperaba que las habilidades del extraño fuesen por cuestiones militares, la muchacha pensó que se trataba de un luchador experto en artes marciales citadino, de ciudad.

Y entonces al terminar el llamado con Guda fue cuando sus ojos divisaron al hombre saliendo del lugar, se tardó menos de lo que ella calculó. De salto en salto se coló entre los barandales y otros elementos de las edificaciones hasta que sus pies hallaron el suelo y quedó frente al General Mustang.
—Hola tío, ¿te divertiste?— le saludó confianzuda por la vivencia compartida. De cuclillas se posó en una gorda maceta para quedar a su altura y seguir la charla —Mi amiga viene en camino, pensaba esperarla pues no tardará mucho— añadió mientras ideaba una táctica para permanecer a su lado, ahora que sabía de sus nexos militares tenía intenciones de ver hasta dónde podía exprimirle el jugo, ella  era consciente de que no todos los uniformados tenían datos importantes que guardar ¿era el caso de Roy? eso quería saber la sediciosa. —Quería saber si tienes vehículo, Guda y yo no tenemos y, bueno, necesitaremos un aventón ¿Para qué dirección cardinal vas?— se le ocurrió inventar, a donde él señalara ella diría que sí le servía, intercambiar tiempo con el oficial podría llevarla a hacer varios méritos más para con los suyos, quizá usar los rumores de las raras 'esferas del dragón' de las que ha oído últimamente fuese un buen tema para comenzar una introducción productiva.

Guda Seks:

La busca con la vista dando unos cuantos pasos, se detiene cuando escucha un ligero sonido agudizando su oído y olfato hasta saber de la presencia de la chica y cubrirse rápidamente la nariz por un mal olor ahí, da un estornudo y se limpia la nariz antes de que ella este frente a él, había sentido los malos olores del lugar y aspirado el molesto olor a los gatos, se limpia con la parte baja de la camisa y ve a la chica que lo llama tío, sonríe y señala su cuello poniéndose algo serio – si no hubiera sacado ni un rasguño me hubiera divertido más, me querían dejar sin cabeza y bueno,  me pude escapar con solo un rasguño… en serio estaba filosa esa espada y ese grandulón pesado, ¿Qué le dan de comes a la gente para que crezca así?, necesito de eso – no es que le tome mucha importancia a su estatura pero le es divertido quejarse de eso.

Y bueno, si ando un vehículo, pero… – se acerca a ella viéndola con malicia – esta frente al bar y aun hay policías y movilizan a esos maleantes que te querían comer en un pan – se ríe imaginándola en un pan – pero si quieres evitar verte con esos locos podemos esperar aquí a tu amiga y bueno, voy a suroeste, a un bar con unos amigos, no conozco bien la zona y bueno… – le muestra una hoja con la dirección del lugar para que confirme la ubicacción por si ella la conoce, sabe que no se quitara de encima a los chicos, que se burlarán porque se perdió, pero puede contra atacar con ese arresto ya que al parecer si se movía mucho dinero en esas apuestas.

Espera – pide y se asoma a ver si los policías siguen ahí, ya es poco y no ve a los tipos grandulones del bar, regresa y le sonríe – solo han quedado policías, podemos irnos mas   tranquilos a mi carro… digo, al vehículo porque no es mío, lo tome prestado del cuartel – se delata sin lio pues no ve necesario ocultarse ya que ese transporte se nota es militar, además cree que ella podrá sentirse  mas confiada o segura al saber que esta con alguien que pertenece a la seguridad publica, también quiere ver si ella no es de esas personas que no le agradan los militares, pues no es la primera que se queja de las autoridades, hay lugares como en el sur que son un lio y hasta él quiere deshacerse de algunos infelices en esos puestos.

Su oficio se terminaba de aclarar, sí era una de las cosas que a Zenra le causaban repulsión. Pero no debía precipitarse, ella sabía que todo podía tener una utilidad, era lo que le enseñaron: nada de lo que existe deja de tener componentes que puedan ser favorables a las necesidades de quien se nota opuesto a ello. Como amante de las enseñanzas heterodoxas de sus camaradas, anti-dualistas y anti-moralistas, tenía la libertad de probar al desconocido, tantearlo más; a la vez se arriesgaba, una cosa muy frecuente desde la muerte de sus progenitores.

Zenra mantuvo la charla en neutral, con algún que otro chiste o divague en tono humorístico, lo sucedido en la sala de combates ilegales daba mucho de qué mencionar. Y así se acortó el tiempo, la espera de Guda llegó a punto muerto, la joven había finalmente se reunía con su pariente no-sanguíneo.
—Zenra un gusto verte bien— saludó —Y a tu acompañante, mi sincero buen día— añadió con una reverencia, omitiendo el nombre de Roy para fingir que nada sabía de él, ya que ella no sabía lo que su hermanastra había estado hablando en su ausencia con el extraño. No quería arruinar los posibles planes de Zenra. Tanteó con sus ojos de arriba hasta abajo sin cuidado alguno al General, Guda estaba más ansiosa que su compinche.
—Guda, al fin llegas, te presento a Roy, parece ser que hoy se convirtió en mi tío y, justo a tiempo, me metí en un lío buscando al abuelo, él me ayudó a salir ilesa— los presentó mintiendo sobre un supuesto abuelo, el cual claro estaba para Guda no existía con vida.
—¿Cómo es que conoces chicos guapos Zenra?
—¡Guda!— se sobresaltó la rubia ante el comentario inesperado de la mayor. —Como te quería decir, él se ofrece a darnos un aventón, justo va hacia la dirección cardinal que precisamos— le avisó pretendiendo opacar tal opinión fuera de lugar. Una gota gorda bajó por la frente de Zenra firmando lo apenada que había quedado. El rostro de la espiritualista no cambió, sólo firmaba su comentario anterior.
—Genial hermanita, pido el asiento de adelante.
—¿Te alcanzo un babero Guda o ya te terminaste de deshidratar?

No sabe como paso la charla de quejas y planes a chistes de lo que paso en aquel lugar, es serio el ver al tipo equino sin calzones no se le hizo en gracia y es una de esas cosas que en su larga vida no quiere volver a ver. Se acomoda en una caja en lo que ella sigue hablando hasta que na chica se acerca, por impulso se pone en pie escuchando el saludo – buen día – responde inclinándose, sintiéndose un instante fuera de lugar al ser realmente un desconocido para las dos, se queda de pie viendo a ambas hasta que la morena le ve analítica, ladea su cabeza sin entender el porque, aunque imagina que es una costumbre de las féminas para grabar en sus mentes  las personas que han conocido, de repente su “sobrina” cuenta a medias lo que paso y asiente sonriente a lo de que se convirtió en su tío, lo raro para él es que buscara a su abuelo, ¿que haría un abuelo en un lugar así?.

Ve a una y a la otra según hablan hasta que la morena lo alaga emitiendo un simple – gracias – pues hasta donde sabe es la manera correcta de recibir un alago, aunque su agradecimiento se apagó con el llamado de Zenra que parece no muy de acuerdo con lo que dijo su amiga, en ese caso no sabe si sentirse apenado o frustrado, así que opta por mantenerse neutral en la charla ya que algunas cosas parecen hablarlas como si él no estuviera en frente, sonríe con la petición de la mayor porque le recuerda a las actitudes de algunos niños de buscar el asiento del copiloto e imagina que ahora tiene dos sobrinas y que eso seria muy normal que lo hicieran siendo familia, pero el comentario de Zenra no lo entendió, aunque termina por tomarlo con que su amiga esta pidiendo algo infantil.

Bien, solo hay llegar al vehículo y de ahí me guían, no me quiero perder de nuevo o quien sabe que me pasara esta vez, no quiero titulares en la capital central que digan “General del cuartel se ve involucrado en una serie de disturbios en la capital del norte en los que apenas y sale ileso”, que vergüenza – se queja comenzando a caminar – vamos jovencitas, su tío ya quiere irse de aquí que esta un poco frío – se estremece erizándose todo en lo que sigue su camino hasta el transporte donde están un par de oficiales que tan pronto lo ven le hacen el saludo marcial, casi por hacerlo sentir mas adusto y por respeto al trabajo  de los militares y no por molestar, igual les saluda y estos se apartan para que habrá las puertas, miran a las chicas y uno se le acerca a hablarle al oído.

Señor, es ilegal que un adulto salga con menores de edad, sobre todo en un vehículo del gobierno – de meter la llave y estar abriendo pasa a ponerse rojo por el comentario y le ve con un aire sombrío que hace a ambos retroceder – son mis sobrinas y solo las llevare a su destino, reporten eso antes de que alguien trate de arrestarme por pedófilo – pide aun con aquel aire sombrío que hace que ambos estén rígidos respondan entre el saludo la orden – si señor – se apartan y este suspira abriendo la puerta de enfrente y la de atrás – pasen niñas – se aparta y va a su lugar abriendo la puerta y sentándose al volante – muy bien, ahora guíenme – pide encendiendo el motor.

Una silueta humanoide quedaba atrás cuando el automóvil arrancó al suroeste, en dirección a donde había mencionado en principio Roy. La figura no era nada más y nada menos que de Ruebert, había salido intacto de los temas policiales usando de sus influencias al instante.
—Quiero que contacten a Xiao Feng, y a Unura Khan, síganlos y no los pierdan, yo seguiré resolviendo la libertad de los nuestros tanto como pueda; si ese hombre es militar como pudimos ver entonces de seguro no llegó por casualidad a nuestros asuntos, un negocio redondo acaba de terminar destruido— menciona el sapo.
—Sí señor, no perderé de vista a ninguno de los dos— dijo su subordinado encendiendo la motocicleta para tomar el camino recto con el que comenzaron.
—Yo me comunicaré con los sicarios jefe, así Jin se concentra en seguirlos— aclaró el otro luego de que la moto se había ido a buena velocidad.
—Excelente, estoy muy interesado en esos dos, esa pequeña no era una chica ordinaria; parece tener más de lo que aparenta. Aún así me incomoda el tío, ese carro no es cualquier cacharro de vehículo.

En el transporte especial otras conversaciones se estaban dando...
—¿Así que eres un soldado o algo de eso, Roy? Creí que eras un aficionado de las artes marciales buscando lío en un terreno poco apropiado; mi abuelo es Maestro en Artes Marciales, por eso yo sé pelear ¿Tú qué te traes?— se había puesto Zenra tan preguntona que parecía un interrogatorio, pero lo sabía camuflar con su voz inocente y ansiedad infantil. Guda detestaba esa actuación pero reconocía que le salía demasiado bien, en especial porque Zenra pese a su vida como subversiva siempre fue un poco así.

Más adelante la morena se sumó al cuento y prosiguió con sus preguntas...
—Y dinos Roy, ¿estabas en una misión ultra-secreta o sólo fuiste hasta allá por accidente?
—No cambies el tema Seks, yo quería saber más de su cargo y sus funciones como militar— agregó su parte la rubia. Eso prometía ser un viajecito muuuy largo para el General Mustang. Esas voces agudas interpoiéndose entre sí eran como una cotorra y una urraca pidiendo granos.

*—Aquí Xiao, Unura estará ocupado con otro asunto, yo por mi parte comenzaré el encargo cuando Jin coloque disimuladamente el dispositivo adhesivo de rastreo en el vehículo; por tratarse de un militar cobraré un treinta porciento más, te dejo por enterado así que dile eso a Ruebert— dijo una voz por el comunicador de pulsera del subordinado a Ruebert. Algo se estaba cocinando en ese horno, y no olía nada bien.

Conduce tranquilo durante un momento de silencio, las chicas van como habían acordado y prefiere no decir mucho ya que lo que necesita es lo dirijan, pero no sabe como ni donde comienza una discusión entre preguntas que llegan a enredarlo un poco, hace un gesto de confusión y aburrimiento mientras se queja la una de la otra, mas porque menciono antes algo sobre su cargo entre bromas, eso le indica que la chica no lo escucha a menos que quiera recopilar información, suspira cansado pero no quita los ojos de la calle – ya lo había dicho, lo que pasa es que se la pasan peleando – vuelve a suspirar tratando ahora de acordarse de las preguntas que hicieron y decide responder a la que concierne a las dos – la verdad y lo dije antes, me perdí… y mucho, la cuestión es que entre preguntas vi la cosa rara, así que termine involucrado en todo eso – responde primero agregando al tema – los colegas se van a burlar cuando sepan que si me perdí,  ya va como media hora que debí estar con ello – suspira y las ve un instante para saber si le prestan atención, luego sigue con la otra curiosidad.

En efecto, soy un fan de las artes marciales, las aprendí antes de entrar al ejercito y ahora me ayudan, entreno a un grupo dentro del cuartel, saben mucho sobre defensa personal y son muy disciplinados, respetuosos a las leyes y a su maestro, o sea yo, la cuestión es que ya con mi cargo no puedo entrenar a grupos tan grandes como antes, los requerimientos sobre su manejo del arte no me deja llevarlos mas allá e igual el tiempo, por otro lado debo buscar un sucesor, tanto para pasar mi arte como para que se encargue del entrenamiento – toca un segundo punto, pero viene el por el que seguro se quejaran, ajusta el retrovisor asegurándose de que él motociclista sigue ahí – como mencione antes, soy el general encargado de el cuartel de la capital central, eso es lo que cualquier ciudadano sabe – responde virando repentinamente a la derecha, casi un giro prohibido, la moto sigue atrás y este sonríe.

Ya hable de mi, les toca a ustedes, ¿Qué hacía una chica tan tierna en un bar buscando a su abuelo?, ¿acaso andaba buscando dinero o algo mas? – les ve con malicia pues lo del abuelo es raro y no quiere pensar en las otras pistas por las que sospecha cosillas de ellas, mas de la pequeña rubia, pero también lo intriga el tipo de la moto que los lleva muy cerca, agudiza su oído y un sonido metálico le llama la atención, el motociclista los rebasa y se pierde en una esquina, eso no le gusta y sabe que lo ideal es bajarse, pero sus amigos pueden esperar, la noche se pondrá agitada y eso le gusta – espero estén preparadas para lo que venga – en ese instante imagina el vehículo volando por los aires y se maldice porque eso le costaría dinero ahorrado, bueno, parte, pero igual pide que eso no pase ya que lo único que no le preocupa es que su cuerpo salga dañado, aunque no tanto.

Con lo sucedido Zenra y su par demoraron en contestar, pero en medio de la inesperada conmoción algo les quedó claro a las jóvenes, Roy no era ningún tonto, su manera de responder contaban sobre alguien muy cuidadoso que no afloja la boca ni en lo más informal de una situación. Como agentes anti-sistema disfrazadas de pequeñas jóvenes inocentes habían fallado, la disciplina interior de Roy mantuvo todo en neutral, no como cuando alguien se emborracha y habla demasiado, lo contrario. Pero siendo el General encargado de tal lugar, era un premio prohibido para ellas, una tentación, estar tan cerca de él figuraba en sus imaginaciones como una lluvia de méritos por parte de Hojas Verdes.
"Una chance que los dioses hacen coincidir en un día como cualquier otro, y aquí estamos las dos, inmovilizadas en nuestra falta de tácticas más avanzadas, menos novatas. Comité Central tenía razón, aún no hemos aprendido todo lo necesario"

Comenzaba a oscurecer poco a poco, y las respuestas comenzaron a mezclarse entre la versión de Zenra y la de Guda que, como la mayor intentaba que las cosas tuviesen sentido, más las interrupciones de la rubia dejaban en dudosa factibilidad lo narrado, entre las dos terminaron aumentando sus propios rótulos como sospechosas de algo más.
—...En definitiva me metí sin saberlo en ese bar, mi abuelo es un Maestro de Artes Marciales que vive cerca de ese lugar porque es de a zona, no me dio miedo meterme porque fui entrenada por él Roy, me confié en mi potencial— emitía su conclusión final mientras ya bajados del vehículo se reposaba sobre éste en muestra del cansancio que tenía por tanta acción.
—No estaba en su casa, por eso nos separamos, yo fui a la plaza por la que pasea siempre, y Zenra que sí sabe pelear se mandó hacia las calles menos seguras de la zona; el abuelo es bebedor y...— se posicionaba en el final de esa conclusión dándole mejor sentido.
—...Ah sí, ama la bebida, lo más probable para mi era hallarlo en ese lugar— sumó la rubia para darle solidez a tal mentira. —Iré a orinar— agregó de la nada al ver los ojos de desaprobación de su hermanastra. Pero eso sí era cierto los nervios de componer a partir de la historia de la otra le generaron ganas de orinar.

Guda chocó la palma contra su frente. Los pasos de su pariente-político no habían sido los suficientes como para manifestar una distancia prudente, desde donde hablaba con Roy, Guda pudo ver la espalda de Zenra, estaba orinando de pie sobre una roca. "No podrías hacer todo más sospechoso y raro ¿verdad, cabeza-hueca?" pensó la morocha intentando con su cierre de tema, desviar la atención del hombre caminando a punto donde no pudiera rozar con sus ojos la ubicación de Zenra.
—...Y bueno, ha sido un día muy loco y raro ¿no, Sr. Mustang? Teniendo en cuenta lo de la moto ¿qué plana hacer ahora mismo? digo ¿no sería mejor llegar hasta el encuentro con sus amigos que le esperan? —Ni ella ni Zenra se imaginaban que adherido al vehículo había un dispositivo de rastreo, se habían estancado mucho en sus ilusiones de lograr sacarle provecho a un situación tan poco probable como interactuar con un individuo con el status de Roy; hasta secuestrarlo podría ser digno de un reconocimiento por parte de los suyos, pero claro, sólo Zenra era buena peleadora, y 'su nuevo tío' para nada tenía aires de debilucho, los riesgos que corrieran debían tener sentido.

La última gota caía sobre la roca, Zenra no sólo había ido por su necesidad fisiológica, sino que era una irrisoria coartada para ponerse en contacto con su agrupación, con el comunicador en mano había intentado hacer contacto con alguno de sus camaradas. Nada. A donde se había desviado el conductor la dejó con la mitad de señal, y para colmo nadie de los posibles respondía a sus emisiones encriptadas. —Parece en serio una broma de los dioses.— susurró antes de volverse cerca del carro.

En serio parecen loros parlantes y ahora parece que van a inventar algo, hace un gesto de fatiga y termina por parquear el vehículo dos calles delante de donde los rebaso la moto, se queda parado al lado del conductor mientras las chicas siguen contando su versión, camina hasta estar a su lado frente al capo escuchando lo que dicen, aun no tiene sentido pero debe admitir que son buenas para hacer concordar las historias, así que eso le hace ver que son muy allegadas y eso le gusta, alza un dedo para decir  algo pero se queda con la boca abierta porque la rubia se aparta para orinar, hace gesto de fastidio pasando este confusión por lo que hace, pero de repente tiene a la morena frente a él cubriendo la vista rara – la verdad no es tan raro, parece que tiendo a estar en problemas la mitad de mis días, y no, no es necesario llegar tan pronto, primero las dejare a donde van, aunque me gustaría conocer a su abuelo… permíteme – saca su teléfono y hace una llamada – hola, creo que demorare, quiero visitar a un viejo amigo, los veo luego, y si, ando un transporte del cuartel… no, lo llevare entero, no te preocupes, hasta luego – se despide y mira a la chica con una sonrisa.

Asunto arreglado, podemos ir a buscar a su abuelo o simplemente las paso dejando a donde van, por otro lado… - mira hacia atrás en el momento que Zenra vuelve con ellos, puede escuchar motores pero no puede saber si son enemigos o simples transeúntes, suspira y ve a las chicas – no importa, olvidemos eso de quienes somos y prepárense – ahora escucha un motor acelerado que le dice que van a por ellos, al menos eso piensa, mueve sus dedos sin y una chispa sale de estos, rápida y precisa que da directamente contra el rastreador, no están lejos  es posible hasta ellas los escuchen, pero el freno repentino lo hace saber que son ellos, ahora tendrán que acordarse de la ubicación, oye unas disputas y aunque esta serio viendo hacia atrás por dentro se esta riendo, si las chicas lo ven reír lo tomaran como desquiciado, pero su buen oído a veces le da diversión.

Jala a la morena y la para muy cerca de él – no te apartes, Zenra, prepárate para defenderte – lo motores a la distancia y esta se va haciendo corta hasta que tres vehículos paran frente a ellos, le parece conocer a alguno de aquel bar y sin apartar la vista del enemigo comenta – al parecer no estábamos con simples apostadores, conoces algo de esta gente sobrina – aun no sabe si ella le oculta algo, pero sabe que van por los dos o tres si es que la morena es un daño colateral, varios tipos bajan y puede contar unos 10, de cierto modo lo ve ofensivo porque aun así siente que lo subestiman, aunque si quiere guardar apariencias es bueno, sonríe y mira a Zenra – 5 y 5 sobrinita – es lo único que dice en el momento que se van sobre ellos, uno de los grandulones que le tocan se va directo sobre él, estando cerca alza un pie y le da una patada en el abdomen lanzándolo al a los pies de los otros que había dejado atrás, el tipo se levanta limitándose la sangre de la boca maldiciendo su descuido – si puedes ponerte a salvo será mejor, si no mantente tras de mi – pide a la morena que imagina no le gusta estar en aquella situación, solo espera sean peleadores y no usen armas o tendrá que mostrar otra habilidad de su raza.

De un momento a otro las cosas tornaron oscuras, y por si fuera poco el sol no dejaba de despedirse en el horizonte. Las luces de los vehículos plantaron un cuadrilátero central por donde Roy respondió primero. Serían cinco rivales para cada uno por lo que la emoción comenzó a subir flameante en la espina de la rubia, cargando de adrenalina cada músculo en tan sólo parpadeos.

Los cinco que no enfrentaron a Roy se lanzaron contra la joven peleadora cuando ella en sus primeros movimientos mostró su destreza singular, poco común para alguien de su edad. Cadenas, palos, tubos de acero, manoplas, esos tipos no eran combatientes expertos sino más bien matones, conocedores del mundo de las golpizas pero poco refinados en sus métodos 'de manada'.

El primero fue rebasado por Zenra, al ser él más alto en su puñetazo pudo ver como ésta le eludía deslizándose por entre las gruesas piernas, entonces llegó al segundo a quien le dejó fuera de combate al romperle la nariz, despegar del suelo con su puño elevándose a lo cohete cegó los ojos del agresor con lágrimas y dolor nasal. El tercero estaba muy cerca y no demoró ni un segundo que al tenerla en el aire con el brazo extendido se decidió por aprisionarla entre sus brazos por atrás; a Zenra ello le sirvió como base para concentrar su impulso en las piernas por lo que doble-patada a la cara se llevó el primero quien se había virado al instante. Su cadena voló hasta la mano de Zenra y cual latigazo se soltó del tercero golpeando su espalda con los eslabones plateados. Al llegar al piso se agachó para evitar el palazo del cuarto quien enseguida dejó fuera de combate al tercero al sacudirle el rostro. Una barrida tiró al cuarto al suelo mientras el tercero caía sobre el primero impidiéndole ese segundo en el que se colocaba en pie.

Pero el cuarto en el piso le trabó el pie a la agilidoza chica permitiéndole al quinto propinarle una patada en el estómago. Zenra voló hasta encima del tercero volviendo a apretar en la reacción encadenada al primero al suelo; su codazo remató al más alto por lo que ya no volvería a intentar ponerse de pie. Pero la bota de Zenra fue sorprendida por las manos del cuarto, él la sujeta para dejarla cabeza abajo y el quinto con su navaja le busca el vientre, ella patea el arma blanca con el pie libre pero se lleva un rodillazo a la cara simultáneo a su defensa. Entre el dúo sobrante intentan reducirla, el segundo sosteniéndose la nariz por poco ya logra devolverse al combate, aguantando el profundo dolor en su tabique, éste toma la navaja que quedó cerca de su pie y se prepara para rematar.

Una llave en la muñeca deja al cuarto bajo manipulación de la maniobra corporal de la rubia, el quinto no se lo esperaba y cuando arremete a patear, su compañero como escudo es víctima del impacto, vaciado de aire queda tendido en el piso intentando respirar. Una segunda patada se propone llegar al rostro de Zenra, pero su agilidad le permite un salto evasivo, aún así el golpe llega a su espalda enviándola contra un tronco viejo que yacía al margen de la iluminación de los vehículos. Zenra comienza a evitar a sus últimos dos oponentes, ya bastante sofocada de golpes usa el tronco hueco como resguardo y así, en cuatro comienza a evitar impactos del exterior. Tarde se da cuenta de su elección, ahora estaba acorralada sin poder salir, los impactos en la madera amenazaban con herirla y salir podía significar ser apuñalada, eso adivinó cuando entró por primera vez el filo de la navaja por una rendija de la madera vieja que la cubría.

El quinto no dudó de la siguiente maniobra y pateando el tronco la empezó a hacer rodar, esa tortura la marearía, comenzó a reír mientras haciendo rodar el tronco agitó el equilibrio de Zenra a cero. El segundo sintió que su compañero ya tenía el encuentro ganado así que corrió a sumarse a los que deseaban reducir a Roy. —Iré por el otro, Kyo, trata de jugar menos y terminar de vecerla— recomendó en ese suspiro antes de alejarse.

La última patada al tronco trabó el pie de Kyo en la madera vieja y Zenra no titubeó para nada, bastante mareada se jugó todo por atrapar el pie del adversario. Lo logra pero poco puede lograr dentro del tronco hueco, el forcejeo del rival era notorio, ella debía sostenerlo así hasta que su mareo se fuera y pudiese elegir con claridad qué hacer, el tronco ya no rodaba: punto a favor para la rubia. Y dentro de los menos esperado ¡Plangk! algo suena rotundo en el exterior... el oponente estaba vencido, knockeado, Guda había tomado el tubo de acero y sorprendiendo por atrás al matón, lo dejó fuera de combate.
—Hasta que te metiste en la primer pelea de tu vida ¿eh? Ya vete a esconderte, no es seguro que intervengas— fueron las palabras de Zenra saliendo a gatas de su resguardo de madera.
—Al menos podrías darme un 'gracias' ¿no? qué poco... ¡Pum! Un disparo silenció la voz de a morena, de su hombro brotó sangre, la joven atónita cayó sobre sus rodillas y al palpar su sangre se desmayó.

Elevando los ojos por sobre el cuerpo de su hermanastra vio al culpable, el motociclista había regresado, tenía un arma de fuego y no andaba con cuentos...
—Eres demasiado buena en tu estilo de combate como para confiarle a unos matones capturarte con juguetitos— dijo éste.
—¡¡Maldito seas!!— se enfadó Zenra dejando brotar sus lagrimas en la impotencia.
—Mira mi pistola, ésto sí es calidad, atravesó el apófisis-coracoides desde atrás hasta salir por delante de tu amiga ¿viste? Y si no te rindes te dejaré sin poder caminar— continuó. No esperaba que el brazo de Zenra se fuese a mover más rápido que su capacidad de coordinar las funciones mano-ojo, y no pudo apretar el gatillo sin antes sentir la pedrada en su cuello. El mineral disparado por la mano de la rubia a esa velocidad le provocó desviar la puntería y su disparo se mandó en diagonal hacia arriba. Fueron dos segundos donde la pedrada en su garganta lo paralizó al instante ahogándolo desde la aflicción de su tráquea. Se quitó el casco. Fueron el par de segundos que bastaron para que Zenra llegara en rápidos saltos hasta él, no pudo volver a apuntarle que ya la tenía encima, sobre su barriga comenzó a recibir crudos puñetazos a la cabeza, su ira la cegó olvidando a Roy en el proceso o cualquier cosa que pudiese venirle por atrás; pero paró su violencia cuando escuchó una leve y quebrajada tos... era Guda, no había muerto, no aún.

Se coloca en posición de ataque y al parecer ha aceptado la distribución que menciono ya que 5 se van directo contra Zenra, ve a la morena apartarse de él y eso le es mejor que estar cuidando de ella, desaparece de vista se ve agredido con instrumentos mas usados por pandilleros, un par de cadenas, unos nudillos metálicos con púas, un par de chacos y un bate metálico con puntas, el ver las armas le hace sonreír con alivió y tan pronto es atacado con la cadena hace un movimiento con su brazo logrando que se enrosque en este tirando al instante de esta mandando a volar al poseedor, se queda con el “arma” y antes que pueda fijarse en los otros 4 el bate pasa frente a su rostro al esquivarlo por poco, alza el pie y lo deja ir con fuerza contra el cuello del agresor que por el impulso se ha inclinado y quedado expuesto, el rostro da contra el suelo y lo deja un rato doblado, los otros no tardan el tirarse sobre él, el tipo con los nudillo le lanza un golpe al rostro y este desliza su mano por la muñeca cogiéndola en un rápido y doblándola, el agresor se mueve sin ser soltado, queda de espalda con Roy procurando que no lo disloque, la otra cadena se va en su contra enrollándose en el cuello, escucha unos improperios y maldiciones mientras se soba la mejilla donde golpeo la punta de la cadena, con el brazo libre tira de esta trayendo del otro lado al tipo al que recibe con una patada en la mandíbula que lo lanza a 5 metros, siente un estrepitoso movimiento tras de él y antes de que trate algo le jala lanzándolo al frente contra el tipo de los chacos que ya venia mostrando su destreza.

Cuando están todo en el suelo ve a Zenra que le esta hiendo bien con los suyos, el por su parte no se ha movido de su lugar porque no ha sido necesario, no hasta que los dos primero oponentes se recuperan, ahora que esta desarmado el de la cadena lanza puñetazos que no logran tocarlo, de un salto lo sobre pasa y quedando a su espalda le da una patada en la columna al nivel de la cintura lanzándolo contra el parabrisas del auto de ellos, lo traspasa quedando fuera de combate, el del bate ve su turno de atacar y ahora mueve su arma con mas destreza sabiendo que no puede atraparlo con un golpe tosco, lanza varios golpes apenas tocándole el pelo, en un de esos golpe ya no puede mover su arma, ve como la mano del militar ha aferrado el bate por encima de sus manos y este le golpea directo al rostro hiriéndole con las púas al tiempo que lo deja inconsciente por el mismo golpe, el flaco de los chacos se logra sacar a su compañero que aun esta un poco dolido de la mano y tonto por la caída, ambos se ponen en pie echando maldiciones, el otro de la cadena que no callo lejos esta despertando, pero una patada en la nariz lo deja inconsciente, no lo iba a dejar levantarse, “solo faltan dos” se repite viendo al flaco y al grandulón que empiezan a correr, se va a su encuentro y apenas están de frente salta golpeando con un pie la cabeza del tipo e igual al otro mandándolos a volar, el de su derecha cae a media calle mientras el a su izquierda choca contra un contenedor de basura.

Apenas se voltea ve a otro tipo que va contra él, es cogido por el cuello pero este golpea con sus manos los antebrazos separándolos, con sus manos lo sujeta fuertemente de la cabeza y lo lanza por sobre su cuerpo cayendo a su espalda, con un rápido giro levanta el pie y lo deja ir con fuerza contra el cuello de ese sexto oponente dejándolo fuera de combate, mira a las chica que tienen todo bajo orden hasta que escucha el disparo, va a hacer algo pero la rubia se las arregla bien, corre hacia la morena y le aprieta el hombro para detener la hemorragia, la chica llama a Zenra y desde ahí puede ver que se como se calma – ella esta bien – es lo único que dice esperando que la chica deje fuera de si al tipo y llame a una ambulancia, si bien la herida no es mortal esta perdiendo mucha sangre y se siente un poco fría, ahora la cosa para el es como sacar el teléfono de su pantalón para llamar a emergencias, ese seria trabajo de la rubia si es que reacciona como debe ser.

—¡Rápido.
Zenra se aceleró en desmedida y apuró a Roy para avanzar hacia el vehículo; en sus nerviosas palabras aclaró que no había tiempo para hospitales y que conocía una morada mejor para sanarla. La subversiva no quería relacionar a su hermanastra con instituciones por cuestiones de identidad, como sediciosas debían sobrevivir usando las herramientas de su agrupación. Cerca de la zona había una base abandonada de Hojas Verdes, pequeña y sucia pero como base debía quedar algo de lo que pudiese servir para sanar a Guda Seks.

El terreno se había puesto cada vez más rudo pero la imponencia del vehículo militar redoblaba la apuesta. El comunicador de Zenra por fin podía establecer contacto pero nadie estaba tan cerca como para asistir de frente...
—Tú tranquila Zenra, en ese escondite aún está el robot médico de Gilles Dupont; tendrás que lograr encenderlo, está sin batería— le expresó la voz del aliado en línea —Doble Hache -fuera.— cortó la transmisión luego de su sugerencia.

Claro que luego de ese llamado, y tal intercambio, la historia de Zenra se tornaría sospechosa a los oídos de Roy. Más ella ni lo pensó, estaba muy ansiosa por la salud de su hermanastra.
—Resiste hermana— fueron las palabras de la rubia pero, ¿se arriesgaría a mostrarle al General Mustang un escondite abandonado que podría revelar el trasfondo de la joven peleadora? Según las reglas de Hojas Verdes tendría que matarlo o capturarlo, pero era también él quien estaba ayudando ¿Qué podría pasar?
—Zenra, siento que me desmayo— dijo Guda en medio del ajetreo que maniobrar por ese terreno podía generar en cualquier vehículo. Muchas rocas y desniveles, el carro podría voltearse.

Atrás, uno de los matones aún consciente tomó su celular y detalló a los suyos la situación que el trío dejó atrás. Ruebert no estaba nada contento, pero para su buena suerte su sicario más asequible ya estaba en camino. La revancha no había terminado.

Xiao Feng | Sicario:

La situación segué empeorando y por el momento solo puede ver como se desespera la rubia que hasta donde sabe no atenderá razones pues esta muy preocupada por su hermana, mueve sus orejas al captar una conversación poco usual y sonríe, puede escucharlo todo,  pero no se detendrá a recriminarle nada, por su parte quiere que confié en él, con la edad que tiene en comparación a los terrícolas sabe que es normal que erren, no le gusta que lo tomen por abuelo o viejo, pero si por anciano ya que es un término que encierra mas la sabiduría y el buen juicio que un cuerpo demacrado de un viejecillo, cuando termina la charla escucha lo que dice la morena, le sonríe y descubre el hombro de la chica lanzando con su dedo una pequeña llama que quema la zona deteniendo el sangrado, la chica se queja por el dolor pero no se detiene, ya que la bala atravesó el hombro se arrodilla con el pie derecho deja el izquierdo semi incado para sentarla en su muslo, la inclina al frente y le quema el otro orificio deteniendo el sangrado – esto detendrá la hemorragia, al menos se cauterizar heridas – le sonríe a las chicas y toma en brazos a la morena si darse cuenta que uno de los agresores sigue consiente, mete a la chica en el frente sentándola y recostando el asiento para que vaya un poco cómoda.

Pasa al otro lado e indícame por donde ir – ella sabe que es forastero y que no conoce el lugar, así que sabrá que no está siendo sospechoso, en todo caso no piensa inmiscuirse en cosa de los de aquella zona, entra a su lado y lo que hace es seguir recto esperando la rubia le diga por donde ir, pero al mismo tiempo hace una llamada a uno de sus amigo en esa región – hola Charles, disculpa que me tarde, me surgieron unos imprevistos y no podre llegar, ando en un vehículo militar, así si me haces el favor extiende un reporte por el prestamos de toda la noche por el vehículo… no hombre, no ando jugando con señoritas, tampoco voy al burdel, tu… joder, no ando haciendo cosas pecaminosas, solo hazme ese favor, mañana te cuento – cuelga antes de que pregunte mas cosas indebidas y acomoda el retrovisor para ver a la rubia – no te preocupes, en poco llegaremos y tu hermana estará bien, sólo dime por donde ir – pide sin detenerse e imagina no va por el camino incorrecto ya que no lo ha desviado.