Dohko ID

Es un hombre con rasgos orientales marcados, estando entre ellos están sus ojos almendrados de color marrón, una nariz con puente nasal bajo, su cabello es café y alborotado, lo lleva largo hasta cubrir el cuello, una baja estatura que consiste en 1.70 metros, piel morena en un tono caramelo que no tiene variaciones ya que el sol no le afecta, por otro lado esta su cuerpo que es un poco más parecido a los occidentales al tener un dorso bastante amplio y musculoso, siendo este así desde su adolescencia, su piel está limpia de marcas a diferencia de un tatuaje del rostro de un tigre que aparece cuando usa su energía al máximo; suele llevar ropa tradicional china incluyendo un sombrero cónico muy anticuado, aunque prefiere esto no duda en ponerse una ropa más casual de los tiempos modernos.

Es un hombre alegre, por demás juguetón y bromista, y aunque se considera justo, a esto está unida su mala actitud de rebelde e impetuoso, no es mucho de seguir reglas a menos que que le convenga obedecer, es bastante astuto sabiendo que le conviene y que no, bastante burlón cuando la situación lo permite.



A pesar de contentarse con poco también se enoja con un pequeño gesto, no le gusta ser pisoteado y si debe morir por no dejar que lo tengan de menos lo hará, todo lo que sea relacionado al combate lo toma con seriedad, aunque dependiendo de su estado de humor se toma las cosas de forma salvaje o fría con nervios templados.



Tiene muchas contrariedades en su carácter ya que puede ser una persona tierna ya sea con las personas o criaturas, en especial las indefensas, llorar con cualquier tonterita porque ha de admitir que muchas cosas lo ponen sentimental, así también puede ser una persona sanguinaria cuando está molesto, en este estado cuesta que se tranquilice para ser el pacifista de siempre, por otro lado es muy diferente pasar de su estado de ánimo triste a uno alegre, es raro que ese estado de ánimo prevalezca ya que aunque la mayor parte del tiempo parece estar alegre, lo que más impera en él es la ira que se le apodera en ciertos combates.

Nacido en la tierra, se podría decir que es un hombre normal, nada diferente en su cuerpo a lo de otros humanos. Sus padres siendo jóvenes y sin deseos de forjar en ese momento una familia, le dejan en las puertas de un templo Shaolin, en ese lugar se crece y aprende costumbres de aquella filosofía, así como a pelear y trabajos artesanales. Con trece años se vuelve un joven más impetuoso y travieso, inspeccionando por un lado y por otro lo que hay en el templo y metiéndose donde no debe, eso incluye unas lecturas de pergamino que los monjes usan para hacer rituales a los dioses, tratando de poner en práctica parte de lo que dice en ellos realiza un pequeño ritual a Shangti de quien leyó es dios de todo, junta sus manos y ora pidiendo no tener más necesidad en su vida y crecer caminando por sendas rectas, después de terminar se levanta contento dejando el plato con comida, le da la espalda al altar improvisado y corre a las recamaras sin ver como los alimentos desaparecen. Después de dos años durante un festival dedicado a Yu-Huang-Shang-Ti se roba un plato con comida a escondida de los adultos, había trabajado todo el día en hacer reparaciones en el templo y comido poco, siendo atrapado por uno de los monjes no le vale su sonrisa divertida de niño travieso, como castigo y en vista de que se había comido medio platillo, lo mandan a dormir a pesar de que el sol apenas se ha puesto, fastidiado lanza maldiciones por sobre aquel evento, entre sus quejas una luz aparece y una figura humana le toma del mentón preguntando "¿porqué de tantas injurias para Shangti?", molesto el niño se queja "tengo hambre y es injusto que no pueda comer sabiendo que los dioses no necesitan de nuestra comida, no es justo", aquel ser riendo por los gestos del mortal sonríe "¿te gustaría no volver a tener hambre?", el chico va a contestar que si quiere, pero recuerda en su mortalidad que eso es solo si muere, "si ya no voy a tener hambre que sea porque no necesito comer o beber" aclara haciendo que aquel ser ría, esta le entrega un durazno "estos crecen en mí jardín" mientras el chico lo come le empieza a hablar de las propiedades de este fruto "ahora no tendrás hambre y vivirás lo suficiente para encontrar la senda ideal" en ese momento recuerda lo que pidió en su oración y la ve sorprendido "pensé que Shangti era un dios, no diosa" a pesar de la impertinencia ella rie y le acaricia el rostro "soy Wangmu Niangniang, esposa del emperador de Jade, si leiste bien sabes de que hablo", el chico asiente sorprendido pero niega "no quiero verme de 15 por toda mi vida", ella vuelve a reír contestando "23, esa edad será la que aparentaras, aprovecha este regalo hasta que Yan Wang decida reclamar tu espíritu" el chico asiente feliz y tras un beso en su frente ve desaparecer a la diosa, después de esto comienza su historia como inmortal.  

- No necesita comer, pero lo hace por placer ya que le agrada el sabor y aroma de los alimentos.

- Tiene la manía de morder a las personas ya sea como parte de su defensa en una pelea o cuando cierto instito lo requiere.

- Es buen constructor y le encanta reparar cosas.

- No se enferma y solo visita un hospital si sus daños lo requieren.

- Tiene unos grilletes en las muñecas y tobillos invisibles al ojo humano, solo los pueden ver seres espirituales.

Lleva consigo una espada que oculta bajo sus ropas.